Si os ha pasado como a mí, a lo largo de estas últimas dos semanas habréis oído un bombardeo de alarmas sobre el plomo que contienen los labiales. Todo ha quedado en eso, una simple alarma. Nadie ha desmentido ni explicado el rumor y somos muchas (seguro) las que nos preocupamos por este tema.
Seguro que me repito y no es la primera vez que veis esto pero, yo he cogido ahora la moda. Y es que parece que últimamente a todo el mundo le ha dado por comprarse estos cacharritos, pues no iba a ser yo menos (yo y mi envidia ansiosa).
Pues bien, indagando por la red, encontré el famoso kit de estampación de KONAD. Rápidamente ví que ese no era mi objetivo: 4,50€ el sello, mismo precio para UNA placa de estampación y mismo precio para la cuchilla. No, no iba a dejarme mi sueldo en un kit así.
Cierto es que llevaba mucho tiempo queriéndo probar esta base de maquillaje, hasta que no quise esperar más y me acerqué, a la tienda local donde suelo ir, a por ella. Probablemente much@s hayáis oído hablar de esta base y es que es famosa por sus resultados.
Antes de definir esta base, me gustaría dejar una definición de la marca para la misma.
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